El futuro de los coches y la tecnología
Conducir coches en el año 2022 será totalmente diferente a hoy en día.
Recientemente la ONU publicó unos datos sobre el número de víctimas en accidentes de tráfico. Aproximadamente cada 25 segundos muere una persona en todo el mundo debido a un accidente de tráfico, es decir, más de un 1,25 millones de víctimas mortales al año. En su mayoría, los afectados son jóvenes de 15 a 29 años, motoristas, peatones y ciclistas.
Seguidamente en el informe reveló que África es el continente con la tasa de mortalidad por siniestros más alta (26,6 por cada 100.000 habitantes); mientras que Europa tiene unas cifras significativamente más bajas (con un 9,3).
En el mismo se señala que algunos de los factores que llevan a estas consecuencias son: la velocidad inadecuada, la falta de dispositivos de seguridad (cinturones, sillitas de niños), la conducción temeraria por ebriedad, el desuso de cascos para motos de dos ruedas, la infraestructura de las carreteras y el mal mantenimiento de los vehículos.
La seguridad vial es un compromiso de todos.
Tu coche no es un juguete, conduce con prudencia.
En consecuencia a estos hechos, y con el objetivo de reducir las muertes en accidentes de tráfico y los heridos, la Unión europea ha decidido implantar paulatinamente a partir del 2022 una serie de normas de seguridad obligatorias.
La primera fase se instaurará en mayo del 2022 para los modelos homologados, y en 2024 para los matriculados. Los coches dispondrán de:
- Un limitador de velocidad inteligente, para evitar que las personas conduzcan a una velocidad inadecuada.
- Alcoholímetro. Si la tasa de alcohol supera la indicada, el coche se inmovilizará automáticamente. No se podrá conducir el mismo hasta que los niveles sean menores y adecuados.
- Avisadores de falta de atención al volante y detector de los primeros síntomas de somnolencia. Esto evitará un gran número de accidentes.
- Sistemas de mantenimiento automático para evitar desplazamientos involuntarios a otros carriles en la calzada.
- Cámara trasera con detector para evitar obstáculos marcha atrás, ya sea de objetos, personas,…etc.
- Dispositivo de protección trasera y lateral.
- Sistema de parada de emergencia que facilite señalizar la inmovilización del vehículo en la calzada sin necesidad de abandonarlo.
Infringir las zonas de tránsito destroza famílias. Respeta los límites de velocidad.
En la siguiente fase, la cual se establecerá en 2026, se tomarán las siguientes medidas:
- Sistema de frenado de emergencia autónomo que detecte a los posibles usuarios vulnerables.
- Ampliación de la zona frontal de impacto para protección de peatones.
- Sistemas de asistencia que permitan una conducción más autonómica, capaces de ayudar al conductor en caso de distracción.
La última fase, exclusivamente para camiones y autobuses, se basará en un sistema de visión directa que mejore la visibilidad y reduzca los ángulos muertos.
Todo esto surge como consecuencia de que los accidentes de tráfico son una de las principales causas de mortalidad, sobre todo en jóvenes. En ocasiones, lo difícil no es adquirir un buen hábito, si no dejar de hacer algo. Los conductores no necesitan ayuda para aprender a dejar de beber, ni para tener miedo a conducir o a hablar en público. Necesitan ayuda para superar esa mala costumbre. Es por ello por lo que la implantación de este tipo de reformas debe ir acompañada de una sólida educación vial que se inicie ya en las escuelas y que permita que los conductores del futuro sean conductores responsables.