Todos nos hemos puesto a prueba en algún test de inteligencia random de internet (no lo niegues, todos queremos ser pequeños genios).
Cierto es que hay discrepancias en la metodología de la prueba, que por otra parte no ha sufrido modificaciones en apenas cincuenta años .Aunque una cosa es evidente: ser un genio es un don.
Estas pruebas se realizan sin preparación previa, analizando los campos lingüísticos y lógico-matemática del sujeto para evaluar así su capacidad intelectual. Aunque renombrados psicólogos como Howard Gardner discrepan de esta segmentación intelectual es cierto que asociaciones como Mensa siguen manteniéndose firmes en la tradicional prueba de inteligencia.
Hoy conocimos a Arnav Sharma que con tan solo 11 años ha logrado un coeficiente intelectual de 162 (dos por encima de los genios antes mencionados)
Este niño prodigio de origen Indio disfruta de una tranquila vida en Reading (Reino Unido). Estudiante de un colegio público, le encanta bailar, cantar, el piano o el bádminton entre otros hobbys de lo más normales.
Arnav Sharma realizó en dos horas y media, el test ofrecido por la Asociación Mensa junto a otras siete personas más (entre ellas, sólo otro niño de su edad) y según sus propias palabras “No me preparé el examen, pero no estaba nervioso”.
Arnav ahora sufre los efectos del éxito, con los que debe lidiar a sus 11 años, después de salir a la luz estos resultados. Prestigiosos colegios como el Eton College o Westminster han mostrado su interés en este chico que, a temprana edad, deberá empezar a tomar decisiones que marcarán su destino.
¿Cómo reaccionarías si tu hija o hijo fuera un genio? ¿Cuál sería la mejor decisión?
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