¿SER ADOLESCENTE ES SINÓNIMO DE DILINQUIR?
Se conoce que hoy en día las camisas más buscadas son las de los jóvenes, el comportamiento infame y los motivos de ello son abundantes, pero… ¿lo es así la importancia que se le da? Delinquir está de moda.
Desde edad temprana, las jóvenes comienzan a razonar y a argumentar de modo estrepitoso adoptando habilidades entre fascinantes y temibles. Con ello, su potencial y riesgos se encuentran en auge, ya que no son las enfermedades las principales causas de accidentes o muertes, sino que son la violencia, la circulación vial, el embarazo o el suicidio las principales complicaciones para esta edad. Además, se conoce que la mortalidad masculina es mayor.
Dicha inclinación por una vida peligrosa y delictiva concentra gran parte de infracciones durante la adolescencia, un comportamiento antisocial que casi siempre se corrige con el paso de los años. Además, esta afición por el crimen se ve influenciada mayoritariamente si los jóvenes comparten, desde la infancia, abusos y falta de atención por sus progenitores. No obstante, no todos los jóvenes se ven influenciados a seguir ese camino y son éste minoritario grupo (quizás con un nivel de autoestima inferior, excesivamente controlados paternalmente, etc.) los que en un futuro aspiran a un nivel mejor de vida y al éxito.
Se entiende que para cada caso hay unas ciertas pautas a seguir, de modo que, a cada persona se le debería de diagnosticar un método con el que poder corregir dichas infracciones. Es un proceso de hormiga: largo y constante, pero que, al fin y al cabo, da sus frutos.
Por consiguiente, vivimos en una sociedad llena de amenazas, probabilidades y misterios, pero una cosa es segura: queremos que la delincuencia pase de moda y es que el futuro de ella depende de lo que decidas hacer tú.