La compra compulsiva llevará a la Tierra a la sexta extinción.
El informe realizado por la ONU pone en alerta a toda la población con sus resultados sobre el futuro de la Tierra.
Desde el siglo XVI, aproximadamente, unas 690 especies vertebradas se encuentran en peligro de extinción. Y más del 9% de todos los mamíferos domesticados, empleados para los ámbitos de alimentación y agricultura, se han extinguido a lo largo del 2016.
Tras el informe realizado por la ONU se ha conocido los alarmantes resultados sobre la extinción de las especies. Se sabe que un millón de los ocho millones de especies vegetales y animales están afectadas y podrían desaparecer en menos de dos décadas de la Tierra.
Durante los últimos 40 años, el riesgo de que las especies se extingan, ha aumentado. Siendo un 40 % las especies anfibias, casi un tercio de los arrecifes coralinos y tiburones, y más de un tercio de los mamíferos marinos. Esto supone aproximadamente un 10%, el porcentaje de especies amenazadas en la actualidad, es decir, unas 1000 especies se encuentran en el punto de mira.
Las zonas que tienen un mayor riesgo son generalmente áreas de América Latina, algunas del sureste asiático y una gran parte de África.
Esta pérdida es consecuencia directa de la actividad humana, que constituye una amenaza en todo el mundo. Pero la principal causa de esta cuestión se debe también a una serie de agentes: tres cuartas partes del medioambiente terrestre y un 66%del marino ha sido alterado y modificado por la actividad humana; cada vez existe una mayor explotación de los organismos marinos. El incremento del cambio climático, que genera emisiones de efecto invernadero, se ha duplicado desde 1980, generando un aumento de 0, 7º centígrados por año. Mientras que la contaminación, en concreto, el plástico, se ha multiplicado por 10 desde 1980. A esto se añade el incremento del 70% desde 1970 de las especies foráneas invasoras, en 21 países aproximadamente.
La extinción es la regla.
La supervivencia es la excepción.
La actividad humana acelera cada vez más la degradación del planeta.
También hay que añadir que, gracias a la investigación publicada en Nature Ecology & Evolution, hemos podido conocer otra de las causas de amenaza del medio ambiente: el desplazamiento de ciertos grupos de fauna fuera de las zonas geográficas nativas ha aumentado en las últimas cinco décadas.
En ese mismo artículo científico se menciona que solo se conoce el efecto en la biodiversidad del 6% de las especies exóticas marinas. Esto es debido a dos factores principalmente. En primer lugar, la falta de medios y recursos en las universidades y centros de investigación. En segundo lugar, la dificultad de investigar las especies que no son abundantes.
El impacto de las diferentes especies varía en función de la localidad y del tiempo donde se analice. Las especies que mayor impacto están causando son los productores primarios (plantas, algas y bacterias) y los depredadores exóticos.
Esto tendrá como resultado la desaparición de las especies nativas. Pero el efecto no será tan negativo, ya que con ayuda del informe se podrá establecer un control sobre las 19 especies sobre las que se ha realizado el estudio, y que perjudican negativamente. Además, se podrá erradicar y gestionar su introducción y establecimiento en las zonas geográficas a las que no pertenecen.
Urge la necesidad de implantar un desarrollo sostenible y un consumo responsable de los recursos de la Tierra.
Informes alarmistas abundan desde hace tiempo. Este no es uno más. Elaborado durante los últimos tres años por 145 expertos de 50 países y con colaboraciones de otros 310 especialistas más, el estudio Evaluación Global sobre Biodiversidad y Ecosistemas, de más de 1.500 páginas, es uno de los más amplios realizados a escala mundial —evalúa los cambios en las últimas cinco décadas— y el primero que analiza la situación de la biodiversidad desde 2005.
Aunque no será publicado en totalidad hasta más entrado el año, el resumen de las conclusiones, aprobadas tras una reunión de una semana de la IPBES (Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos), un organismo independiente impulsado por la ONU, en la sede de la Unesco en París, no es nada alentador.
Nos encontramos en una situación de crisis, que supone un desafío para las Naciones Unidas, conscientes de que los objetivos de desarrollo sostenibles fijados no podrán ejecutarse, ni abordarse. Y no solo eso, sino que también supone un obstáculo para la economía. Todas las iniciativas políticas e innovadoras que se realizan en los diferentes países, y las acciones llevadas a cabo por los jóvenes implicados, supondrán un gran cambio que decidirá el futuro de nuestro planeta.
“La vida en la Tierra se está deteriorando rápidamente en todo el mundo y virtualmente todos los indicadores del estado global de la naturaleza están decreciendo”, subrayó Settele, uno de los autores principales del informe, al presentar el informe en rueda de prensa en París. “Ya nadie podrá decir que no sabemos qué estamos dilapidando nuestro patrimonio mundial común”, acotó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.